Las biomoléculas son las moléculas constituyentes de los
seres vivos. Los seis elementos químicos o bioelementos más abundantes en los
seres vivos son el carbono, hidrógeno, oxígeno, nitrógeno, fósforo y azufre
(C,H,O,N,P,S) representando alrededor del 99 % de la masa de la mayoría de las
células, con ellos se crean todo tipos de sustancias o biomoléculas (proteínas,
aminoácidos, neurotransmisores).
Glúcidos
Los glúcidos (impropiamente llamados hidratos de carbono o
carbohidratos) son la fuente de energía primaria que utilizan los seres vivos
para realizar sus funciones vitales; la glucosa está al principio de una de las
rutas metabólicas productoras de energía más antigua, la glucólisis, usada en
todos los niveles evolutivos, desde las bacterias a los vertebrados. Muchos
organismos, especialmente los vegetales (algas, plantas) almacenan sus reservas
en forma de almidón, en cambio los animales forman el glucógeno, entre ellos se
diferencia por la cantidad y el número de ramificaciones de la glucosa. Algunos
glúcidos forman importantes estructuras esqueléticas, como la celulosa,
constituyente de la pared celular vegetal, o la quitina, que forma la cutícula
de los artrópodos.
Lípidos
Los lípidos saponificables cumplen dos funciones
primordiales para las células; por una parte, los fosfolípidos forman el
esqueleto de las membranas celulares (bicapa lipídica); por otra, los
triglicéridos son el principal almacén de energía de los animales. Los lípidos
insaponificables, como los isoprenoides y los esteroides, desempeñan funciones
reguladoras (colesterol, hormonas sexuales, prostaglandinas).
Proteínas
Las proteínas son las biomoléculas que más diversidad de
funciones realizan en los seres vivos; prácticamente todos los procesos
biológicos dependen de su presencia y/o actividad. Son proteínas casi todas las
enzimas, catalizadores de reacciones metabólicas de las células; muchas
hormonas, reguladores de actividades celulares; la hemoglobina y otras
moléculas con funciones de transporte en la sangre; anticuerpos, encargados de
acciones de defensa natural contra infecciones o agentes extraños; los
receptores de las células, a los cuales se fijan moléculas capaces de
desencadenar una respuesta determinada; la actina y la miosina, responsables
finales del acortamiento del músculo durante el estado de la contracción; el
colágeno, integrante de fibras altamente resistentes en tejidos de sostén de la
planta y el tallo
Acidos nucleicos
Los ácidos nucleicos, ADN y ARN, desempeñan, tal vez, la
función más importante para la vida: contener, de manera codificada, las
instrucciones necesarias para el desarrollo y funcionamiento de la célula. El
ADN tiene la capacidad de replicarse, transmitiendo así dichas instrucciones a
las células hijas que heredarán la información.
Algunas, como ciertos metabolitos (ácido pirúvico, ácido
láctico, ácido cítrico, etcétera.) no encajan en ninguna de las anteriores
categorías citadas.
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